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AGOSTO 2005
INAUGURACIÓN DEL NUEVO RADIOTELESCOPIO DE 40 M
   

Se concluye la fase de construcción y ensamblaje de las distintas partes del radiotelescopio. Ahora se inicia es la de «commissioning», que tiene como objetivos el ajuste, calibrado y puesta a punto de las partes mecánicas de precisión.

 
El pasado 26 de abril, día de San Isidoro de Sevilla, patrón del Instituto Geográfico Nacional, SSAARR los Príncipes de Asturias inauguraron el nuevo radiotelescopio de 40 m del Centro Astronómico de Yebes (CAY).
 
Culminaba así un proceso iniciado más de una docena de años antes cuando, en 1992, en una reunión de expertos internacionales convocada al efecto, se determinaron las características básicas que debería tener el nuevo radiotelescopio de ondas milimétricas llamado a sustituir al viejo radiotelescopio de 14 m con el que se había llevado a cabo en España la labor pionera de desarrollo de la radioastronomía, nueva rama de la ciencia que estaba realizando algunas de las aportaciones más importantes y revolucionarias tanto en Astronomía como en Ciencias de la Tierra. Fijadas estas características básicas del nuevo radiotelescopio (área colectora de 40 m de diámetro y capacidad de observar a longitudes de onda de hasta 3 mm), en 1994-1995 se llevó a cabo el estudio de viabilidad de construcción en España de un instrumento de esa envergadura, complejidad y precisión.

El resultado de este estudio fue que, contando con el correspondiente diseño de ingeniería, hasta un 80 por 100 de la construcción del radiotelescopio podía hacerse en España. Tras ganar el correspondiente concurso público, en 1997-1998, la empresa alemana MAN Technology realizó el diseño del radiotelescopio, y en 1998-1999 dió comienzo su construcción con las obras del pedestal de hormigón donde se ubica la sala de control. Con la inauguración del pasado día 26 de abril, se concluye la fase de construcción y ensamblaje de las distintas partes del radiotelescopio. Puede decirse que se ha procedido a la «botadura» del radiotelescopio y que, a partir de ahora, comienza una nueva fase que es la que debe conducir a su primera singladura.
 
SSAARR y las autoridades ante el radiotelescopio.
Realizadas estas mediciones y ajustes, se procederá ya a la instalación de los primeros receptores de interés astronómico que, a tal efecto, se han diseñado y construido en el CAY: un receptor a 22 GHz, en la rama del foco Nasmyth de los receptores de alta frecuencia; y un receptor para las bandas de frecuencia S y X que se utilizan en las observaciones de Interferometría de Muy Larga Base (VLBI) de interés astronómico y geodésico, y que se instalará en la rama opuesta del foco Nasmyth (la de los receptores de baja frecuencia).
Con la instalación de estos receptores (prevista para finales del año en curso) comenzará la etapa de uso del radiotelescopio tanto funcionando como antena única, como formando parte de las redes europea y mundial de VLBI. Se abordarán, desde ese mismo momento, proyectos astronómicos de todo tipo dirigidos a incrementar el conocimiento sobre toda una variedad de objetos celestes, desde los que forman parte del Sistema solar, hasta los que se encuentran en los confines del Universo conocido; además, con el nuevo radiotelescopio de 40 m se abordarán también estudios geodésicos y geofísicos ligados a fenómenos como la rotación de la Tierra o el movimiento de las placas tectónicas que constituyen su corteza.

Por otra parte, y como es propio de este tipo de instrumentos, comenzará para el nuevo radiotelescopio una etapa de permanente optimización de su rendimiento, de desarrollo de sus capacidades técnicas y de adecuación para su uso en los nuevos campos de trabajo que puedan ir surgiendo. Actividades todas estas que requerirán la participación de astrónomos e ingenieros expertos en, prácticamente, todos los campos de la radioastronomía experimental.

Sin duda, uno de los principales objetivos del nuevo radiotelescopio a nivel nacional debe ser el que estos desarrollos se conviertan en la base de experimentación científica, tecnológica e industrial que ubique a España, en las mejores condiciones posibles, en los megaproyectos internacionales (mundiales) que están a punto de principiar. Pues bien, ya en estos momentos puede decirse que, con la ejecución de todos los procesos de diseño, fabricación, montaje, caracterización y puesta a punto de la variedad de componentes que ha sido necesario realizar para la construcción del nuevo radiotelescopio, los científicos y técnicos españoles (tanto del IGN, como de las empresas españolas participantes) han adquirido una extraordinaria experiencia tecnológica e industrial, en trabajos de una singular y muy especial complejidad y envergadura, que difícilmente podrían haber adquirido de otro modo (no todos los días se construye un instrumento semejante).
 



Fuente: IGN de España
   
  
 
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  

 

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