Cartografía Antigua: Ciudades de América
Planos manuscritos de archivos españoles: Ciudad Bolívar (1777).

Ciudad Bolívar, Agustín Crame, 1777. Servicio Histórico Militar.
Ciudad Bolívar (1777)

«Plano de la ciudad de Guayana».
Agustín Crame.
Servicio Histórico Militar
(E. 12-18 N.• 6112)
(625 X 454 mm).

LA CIUDAD

La fundación de Santo Tomé de Guayana, llevada a efecto en 1595 por Antono J osé Berrio, es la conclusión de más de cincuenta años de exploraciones y reconocimientos geográficos llevados a cabo por expediciones españolas en el territorio del río Orinoco. Este asentamiento, en los confines de los llanos y la selva de lo que es hoy el sureste de Venezuela, sufrió multiples ataques de piratas y corsarios ingleses, franceses y holandeses.

En 1764, después de un informe elaborado por José Solano y Bote para el rey Carlos III, Santo Tomé se tradada a un nuevo emplazamiento de acuerdo con una Real Cédula de 1762. El gobernador Joaquín Moreno de Mendoza llevó a cabo la operación para localizar la nueva población a orillas del río Orinoco, a más de 400 km. de la costa del Atlántico y en una zona donde el río se estrecha a una anchura el e unos 700 metros. Su nuevo nombre, ligado a su posición geográfica, fue Angostura. Más tarde, en 1846, en recuerdo y homenaje al libertador Simón Bolívar, Angostura cambió su nombre por Ciudad Bolívar y hoy constituye un importante puerto fluvial al que sin embargo llegan las marcas, a pesar de su distancia al océano, y de su altura, 50 metros sobre el nivel del mar.

Al gobernador Moreno, que construye la batería de San Gabriel, le sucede Manuel Centurión, que «inicia la construcción de las calles, construye el hospital, el primer malecón, la Casa del Gobierno y fija sitio para la iglesia, según un proyecto de Bartolomé Amphoux».

En 1769 la ciudad tenía 555 habitantes y 59 casas, cuatro años después la población alcanza los 1.624 habitantes y 179 casas, cifra que se aproxima a las estimaciones de Humbolt de 1.500 habitantes hacia 1780. A principios del XlX la población se acercaba a los 700 habitantes.

Cuando Crame realiza su plano, Ciudad Bolívar (Angostura entonces) tiene una estructura muy elemental: una pequeña plaza de espaldas al río, la iglesia en construcción y apenas diez manzanas sin consolidar al pie de una colina y justo al borde de la orilla del río.

Sin embargo, esta será la base de un desarrollo posterior que mantiene la dirección de las calles, añadiendo piezas a lo largo del río y hacia el interior del territorio.

Mientras tanto, en los fértiles campos adyacentes se desarrolla una incipiente industria ganadera combinada con el cultivo del ta baco, el algodón y la caña de azúcar. Al fin al del XVIII se inicia la actividad portuari a aprovechando las buenas condiciones de navegabilidad del río, con más de cincuenta metros de profundidad y un enorme caudal de 14.000 m3/seg, exportando directamente a España los productos agrícolas y ganaderos de lo que es hoy la capital de la región de Los Llanos.

EL PLANO

Después de su llegada a Cuba en 1766, donde realizó cuatro planos del castillo del Morro, de La Habana, Agustín Crame es nombrado gobernador de San Juan de Ulúa y más tarde enviado en comisión al río Orinoco como ayudante del ingeniero Francisco Hurtado y Pino en 1777.

Durante este viaje Crame realiza los planos de Cumaná y Guayana, que constituyen dos magníficos ejemplos de la técnica y precisión alcanzada por su autor en la cartografía urbana.

El plano de Ciudad Bolívar es muy fidedigno comparado con un plano actual y fue utilizado diecisiete años más tarde por el gobernador Miguel Marmión para realizar el suyo, en el que aparecen algunos elementos nuevos, pocos, del desarrollo de la ciudad: la a lameda a lo largo del río, algunas manzanas más, la «cárcel» ...

En papel verjurado, de una sola hoja, puede apreciarse la filigrana de la marca al agua que representa una flor de lis enmarcada en su escudo con corona (J. Honings and Zoon) y los múltiples dobleces que se conservan a pesar del entelado.

Los colores del río, verde esmeralda, acentuados en la margen derecha, contrastan con el tono rosado de las manzanas de casas y con el ocre del territorio circundante.

Una cartela muy elemental para la leyenda y otra para la escala gráfica en varas castellanas acompañan a una firma autógrafa con la fecha y el lugar, manuscritos en el extremo inferior del plano.

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