Cartografía Antigua: Ciudades de América
Planos manuscritos de archivos españoles: Bogotá (1791).

Bogotá, Domingo Esquiaqui, 1801. Servicio Geográfico del Ejército.
Bogotá (1791)

«Plano geométrico de la ciudad de Santa Fe de Bogotá» . Domingo Esquiaqui. Servicio Geográfico del Ejército (Colombia, pág. 118) (670 X 870 mm.).

LA CIUDAD

Gonzalo Jiménez de Quesada había salido de la ciudad de Santa Marta en junio de 1538 al mando de 600 infantes, 60 caballos y 200 marinos dispuesto a conquistar el reino de los chibchas. El domingo 27 de abril de 1539 funda la ciudad de Santafé en un valle de la meseta andina al que llamaron Valle de los Alcázares y cuyo nombre indígena era Bacatá, más tarde transformado en Bogotá.

El medio geográfico era favorable, sin selvas inhóspitas, sin plagas a limañas o fieras, y el clima, debido a la altura por encima de los 2.600 metros, «complacientemente frío, liberado de soles ardientes y de las lluvias torrenciales y tempestuosas del trópico».

Unos quinientos españoles asistieron a la fundación de Santafé, a unque la nueva población no contó en sus primeros días con más de cien habitantes, ya que el resto continuaron con la expedición de Jiménez de Quesada. El primer reparto exigió unas 25 ma nzanas, cuyos límites fueron: al norte y al sur, los ríos Vicachá y Manzanares conocidos luego por San Francisco y San Agustín. Al oriente de la falda del cerro donde se acentúa la pendiente y al occidente la depresión producida por un barranco. En total, un conjunto no mayor de 34 cuadras.

El esquema de organización de la trama fue el habitualmente utilizado por las fundaciones de la primera mitad del XVI en América: un trazado ortogonal formando manzanas cuadradas separadas por calles de igual ancho. En el caso de Santafé de Bogotá, las manzanas tuvieron 380 pies de lado, y las calles, 35 las vías principales y 25 las travesías' (unos 106, 10 y 7 metros, respectivamente). Las manzanas se repartieron en cuartos y en octavos y se asignó solar para la iglesia en el lado oriental de la plaza mayor, situada en el centro de esta organización, con los ríos equidistantes de ella.

Hasta diez años más tarde de la fundación, en que fray Juan de los Barrios se empeña en empezar a levantar la catedral donde sólo salía una humilde iglesia, la plaza mayor era sólo un enorme descampado donde pastaba el ganado. El centro vital de Santafé era, en los primeros tiempos, la plazuela de San Francisco, en el borde norte a orillas del río del mismo nombre y donde existía un humilladero, el primer templo de la capital.

La plazuela se convierte en obligado centro de reuniones, siendo la estación de entradas y salidas del camino del Tunja y el lugar donde se celebra el mercado durante casi 20 años.

Santafé, que obtuvo su título de ciudad el 27 de julio de 1540, no compra las casas del Cabildo en el borde de la plaza hasta 1547, pero es ya la sede de la Real Audiencia en 1549 y del Arzobispado en 1564.

A mediados del XVI Santafé de Bogotá es la capital del Virreinato de Nueva Granada, que comprendía desde Guatemala a la Guayana, con 22 gobiernos provinciales, 8 obispados, 9 plazas fuertes, y numerosos pueblos y ciudades.

A pesar del lento crecimiento de Santafé, la capital del Virreinato tuvo, además de múltip les conventos e iglesias, un colegio-seminario, el de San Bartolomé, desde 1608; la Universidad Regia y Pontificia de Santo Tomás, fundada en 1653, y una biblioteca pública de más de 7.000 volúmenes desde 1777. El primer censo oficial en 1793 arroja una población de 17.725 habitantes y a principios de siglo se superan ya los 21.000.

Es precisamente en el siglo XVIII cuando la ciudad traspasa las barreras de los dos ríos y crece en dos «paquetes» de manzanas hacia el norte y el sur, apoyándose en el camino del Tunja y deformando la trama en su tramo septentrional, entre el convento de San Francisco y el de San Diego. Al final de este siglo están ocupadas unas 120 manzanas, como queda reflejado en el plano del Esquiaqui, y se a punta un nuevo crecimiento de nuevo hacia el sur y también hacia el NO. Las plazas de San Agustín y San Francisco, a orillas de ambos riachuelos, y la plaza mayor definen el eje ele la calle Real, que es el elemento urbano articulador del conjunto.

EL PLANO

Este plano de Santafé de Bogotá, firmado por el teniente ·coronel Domingo Esquiaqui en 1791 , fue más tarde utilizado por el Ej ército expedicionario español en 1816 y constituye un importante ejemplar de la cartografía militar, disponiendo de una amplia y detallada informacióJ;J codificada en ordenadas y abcisas mediante letras y números, que aparecen en el recuadro del plano, estando demás ordenada por tipologías: plazas, conventos, etcétera.

Se codifican un total de 4 parroquias, 6 iglesias, 9 conventos, 3 colegios, 5 monasterios, 7 ermitas, 7 plazas, 35 casas principales y oficinas públicas, como la Audiencia, el Palacio Virreinal, Palacio Arzobispal, Casa de la Moneda; Cabildo, biblioteca pública, coliseo y 7 puentes.

Al no estar reflejado el grado de ocupación de las manzanas, el trazado de la ciudad adquiere una importancia relevante. Constituye un plano de gran valor descriptivo y didáctico, ya que, además de la trama urbana, se señalan dos ríos y arroyos, las acequias, las fuentes, las estancias y la edificación aislada, todo ello acompañado de una representación en planos sucesivos del terreno que constituye un adelanto respecto a lo que luego serían las curvas de nivel.

La existencia de sólo dos colores básicos, el pardo amarillento con rombos grises para el terreno y el rojizo para la ciudad, hace resaltar la delicadeza de los celestes y rosas de la estrella que seña la el norte.

Sobre el papel verjurado de gran cuerpo sólo se a precia una unión vertical y no está visible la marca al agua.

Un gran recuadro bordea el levantamiento topográfico, estando, tanto la tipografía de letra inglesa como la localización de los títulos y leyendas, perfectamente ordenados.

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